Sueño seguro: ¿Cómo debe dormir el bebé?
El sueño seguro es una de las mayores preocupaciones para los padres de recién nacidos. Durante los primeros meses de vida, es crucial seguir...
La introducción de alimentos en la dieta de un niño es un momento crucial que puede tener un impacto significativo en su salud a largo plazo. Este proceso, debe ser gradual y contemplar una variedad de alimentos. La forma en que se introducen estos alimentos puede influir en el desarrollo de posibles alergias alimentarias. La exposición temprana y controlada a ciertos alimentos potencialmente alergénicos, como el huevo y el cacahuete, se ha mostrado prometedora en la prevención de alergias alimentarias en algunos niños.1 Estas alergias pueden variar en severidad, desde reacciones leves hasta situaciones potencialmente mortales. Es esencial comprender sus síntomas, identificar los alimentos responsables y conocer cómo manejar estas reacciones.
Una alergia alimentaria ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo reacciona de forma exagerada a un alimento específico, considerándolo una amenaza. Esta reacción puede desencadenar síntomas que varían en gravedad y pueden afectar la piel, el sistema gastrointestinal, el sistema respiratorio y, en casos graves, pueden causar una reacción anafiláctica, que es potencialmente mortal. Las alergias alimentarias son diferentes de las intolerancias alimentarias, que generalmente son menos graves y no involucran al sistema inmunológico.
La composición y el equilibrio de nuestra microbiota intestinal, que está formada por una variedad de microorganismos que habitan en nuestro intestino, tienen un rol crucial en la prevención de diversas enfermedades y alergias. En lo que respecta a las alergias alimentarias, numerosos estudios respaldan la relación entre un desequilibrio en la microbiota y la aparición de este tipo de alergias. Factores como el tipo de parto, la lactancia materna o el uso temprano de antibióticos pueden alterar la diversidad y cantidad de microorganismos en la microbiota intestinal, afectando así la susceptibilidad a desarrollar alergias alimentarias.
Las alergias alimentarias pueden manifestarse de diferentes maneras, con síntomas que varían en intensidad. Los más comunes incluyen:
Urticaria leve o grave: Esta condición se manifiesta con ronchas rojas y elevadas en la piel, acompañadas de intensa picazón. En casos graves, la urticaria puede ser un precursor de reacciones más severas como la anafilaxia.
Piel roja o erupción: Las erupciones cutáneas pueden ser un indicativo temprano de una reacción alérgica, a menudo acompañadas de picazón o ardor en la piel.
Sensación de hormigueo o picazón en boca, nariz u ojos: Estos síntomas pueden ser signos iniciales de una reacción alérgica, indicando que el cuerpo está reaccionando a un alérgeno.
Hinchazón de garganta: Esto puede ser particularmente peligroso, ya que la inflamación en la garganta puede obstruir las vías respiratorias, provocando dificultades para respirar y potencialmente una situación de emergencia.
Vómitos y/o diarrea: Estos síntomas gastrointestinales a menudo ocurren como respuesta a una alergia alimentaria, y pueden ser acompañados por dolor abdominal. En algunos casos, pueden ser tan severos que contribuyen a la deshidratación.
Anafilaxia: Es la manifestación más grave de una reacción alérgica. Incluye una serie de síntomas como dificultad para respirar, caída de la presión arterial, pérdida de consciencia y, en casos extremos, puede ser fatal si no se trata rápidamente.
Dificultad para respirar: Este síntoma puede variar desde una leve sensación de opresión en el pecho hasta una grave dificultad respiratoria. Puede ser causada por la inflamación de las vías respiratorias o por un espasmo bronquial como parte de una reacción alérgica.
Aunque cualquier alimento tiene el potencial de provocar una reacción alérgica, existen ciertos alimentos que son responsables de la mayoría de las alergias alimentarias en niños. Estos incluyen:
Alergia a la leche de vaca en bebés: Esta alergia es bastante común en la primera infancia, especialmente cuando se introduce leche de fórmula después de la lactancia materna. El diagnóstico se realiza a través de pruebas específicas para detectar anticuerpos contra las proteínas de la leche.
Cereales: Además de la celiaquía, los cereales pueden producir alergia en algunos casos, sobre todo aquellos que contienen gluten, como el trigo, la cebada y el centeno.
Mariscos: Se clasifica en alergias a crustáceos (gambas, cigalas, cangrejos y similares), cefalópodos (calamar, sepia o pulpo), y moluscos (mejillones, almejas y similares). El hecho de que una persona sea alérgica a los mariscos no implica automáticamente que tenga una alergia al pescado. Sin embargo, hay situaciones donde las alergias a ambos pueden coexistir. Generalmente, las reacciones alérgicas a diferentes tipos de mariscos son individuales. Es factible que alguien reaccione a un tipo específico de marisco dentro de un grupo, mientras que otros de ese mismo grupo no le causen ninguna reacción. A pesar de esto, se aconseja ejercer precaución y evitar todos los mariscos del grupo afectado.
Pescado: Esta alergia suele surgir en los primeros años de vida y puede ser a un tipo específico de pescado o a varios. A diferencia de otras alergias alimentarias, la alergia al pescado a menudo persiste durante muchos años.
Huevos: Una de las alergias más frecuentes en la niñez, la alergia al huevo generalmente se manifiesta al introducir la clara de huevo en la dieta. La clara y la yema pueden provocar reacciones alérgicas, aunque algunas personas solo son alérgicas a una de ellas.
Frutos secos: Suele aparecer en niños mayores. Los frutos secos que producen alergia con más frecuencia son los cacahuetes. Aunque también puede darse en nueces, avellanas y almendras. Es vital revisar las etiquetas de los alimentos para evitar la exposición accidental.
Soja: Común en muchos alimentos procesados, la soja puede ser un alérgeno significativo para algunos niños.
El manejo de las alergias alimentarias en niños implica una combinación de prevención, educación y tratamiento adecuado. Las personas a cargo de un niño con alergias alimentarias, deben aprender a leer las etiquetas de los alimentos para evitar la exposición accidental a alérgenos. En caso de una reacción alérgica, es crucial tener un plan de acción claro, que puede incluir la administración de antihistamínicos o epinefrina, dependiendo de la gravedad de la reacción.
Acudir a un alergólogo pediátrico es fundamental para realizar pruebas diagnósticas adecuadas y desarrollar un plan de manejo personalizado. Este plan puede incluir la introducción gradual de alimentos potencialmente alérgenos bajo supervisión médica, conocido como inmunoterapia oral.
Las alergias alimentarias en niños son un desafío que requiere atención cuidadosa. Comprender los síntomas, identificar los alimentos responsables y seguir un plan de manejo adecuado son pasos esenciales para garantizar la seguridad y el bienestar de los niños con alergias alimentarias. Con el apoyo adecuado, estos niños pueden llevar una vida sana y activa sin las restricciones impuestas por sus alergias.
ES—2400001
Fecha de revisión: 12/01/2024
Albi Rodríguez MS, Aparicio Rodrigo M. La introducción precoz del huevo y el cacahuete parece disminuir el riesgo de alergia. Rev Pediatr Aten Primaria [Internet]. 2017 [Último acceso: enero 2024] ; 19( 73 ): 83-85. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322017000100014&lng=es
Rachid, R., & Chatila, T. A. (2016). The role of the gut microbiota in food allergy. Current Opinion in Pediatrics, 28(6), 748-753. doi: 10.1097/MOP.0000000000000427
Consejos para introducir alérgenos alimentarios comunes para el bebé. Children's Health [Internet]. [Último acceso: enero 2024] Disponible en: https://es.childrens.com/health-wellness/tips-for-introducing-common-food-allergens-to-your-baby
El sueño seguro es una de las mayores preocupaciones para los padres de recién nacidos. Durante los primeros meses de vida, es crucial seguir...
Los mocos son una parte natural del sistema respiratorio y cumplen una función esencial en la protección de nuestras vías respiratorias contra ...
Los probióticos, conocidos como "bacterias buenas", son microorganismos vivos que ofrecen diversos beneficios para la salud, particularmente en el...