Cómo aumentar las defensas de los niños en Otoño

El otoño trae consigo no solo hojas caídas y temperaturas frescas, sino que también supone un desafío para el sistema inmune de los más pequeños. ¿Sabías que la clave para un sistema inmunológico fuerte puede estar en su microbiota? Te contamos por qué es vital y qué señales podrían indicar un sistema inmunológico debilitado.

¿Por qué es importante el sistema inmune de tus hijos?

El sistema inmune es el guardián incansable de la salud de tus hijos. No solo combate los gérmenes, sino que es imprescindible su buen funcionamiento para protegernos de todo tipo de enfermedades.

La microbiota intestinal y el sistema inmune están intrínsecamente relacionados. La microbiota educa al sistema inmunológico, estimula respuestas, produce sustancias que fortalecen la barrera intestinal, protege contra patógenos y regula respuestas inmunológicas. Este equilibrio es crucial para un sistema inmune fuerte y una salud óptima. Desbalances pueden llevar a respuestas inmunológicas anómalas y enfermedades. Mantener una microbiota saludable es esencial para un sistema inmunológico robusto.

Señales que indican que el sistema inmunológico puede estar débil

Es importante que esa hora que vamos a dedicar al ejercicio, en la medida de lo posible, la disfruten al aire libre. De este modo, los niños podrán recibir del sol la Vitamina D, exponiéndose directamente a este. Esta vitamina ayuda a nuestro cuerpo a absorber el calcio necesario para unos huesos sanos y fuertes, pero también regula el sistema inmunitario y el sistema nervioso central.

Señales que indican que el sistema inmunológico puede estar débil

• Infecciones/resfriados frecuentes: El sistema inmune es el encargado de proteger a nuestro organismo de virus, bacterias y microorganismos causantes de infecciones. Si se debilita, podemos ser más propensos a tener infecciones frecuentemente.
  
  
• Cansancio excesivo: ¿Tu hijo parece estar cansado constantemente, a pesar de un adecuado descanso nocturno? Esto podría ser una señal de que su sistema inmunológico está luchando para mantenerse al día.
  
  
• Heridas que tardan en cicatrizar: Observa cómo sanan las heridas de tu hijo. Si tardan más en curar de lo habitual, esto podría indicar una respuesta inmunológica menos eficaz.
  
  
• Trastornos gastrointestinales: Problemas como el malestar estomacal, la diarrea frecuente o el estreñimiento pueden indicar que el sistema inmunológico de tu hijo no está funcionando óptimamente.

¿Qué podemos hacer para reforzarlo?

• Dieta equilibrada: Una alimentación rica en nutrientes es la base de un sistema inmunológico saludable. Los niños deben tener una alimentación balanceada compuesta por vitaminas, minerales, carbohidratos y proteínas. Algunos alimentos como las frutas cítricas y las verduras de hoja verde no pueden faltar dentro de su dieta diaria. Además, es importante introducir otros alimentos como legumbres, huevos, frutos secos y semillas que proporcionan una amplia gama de nutrientes esenciales para la función inmunológica. Pavo, pollo y pescados grasos también son opciones recomendables por su aporte de proteínas y ácidos grasos esenciales. Las vitaminas como la A, C, E y el grupo B o minerales como el Hierro y el Zinc, les ayudan a reforzar el sistema inmune.

• Cuidar su microbiota Intestinal: La relación entre el sistema inmunológico y la salud intestinal es innegable. Un asombroso 80% del sistema inmunológico humano reside en el tracto gastrointestinal. Es crucial fomentar la presencia de bacterias beneficiosas en el intestino. Una forma efectiva de hacerlo es a través de la ingesta de probióticos. Se pueden encontrar de forma natural en alimentos fermentados como yogures naturales, queso crudo, kéfir o chucrut. A veces es necesario un aporte extra para reforzar la flora intestinal como por ejemplo después de episodios de gastroenteritis o tratamientos con antibióticos. En estos casos, un aliado especialmente recomendado son los complementos alimenticios que contienen probióticos y que se encuentran disponibles en forma de sobres o gotas.
  
  
• Mantenerles activos: El ejercicio regular no solo promueve la salud física, sino que también es un pilar fundamental para fortalecer el sistema inmunológico de tu hijo. Asegúrate de que participe en actividades físicas apropiadas para su edad y nivel de energía. En otoño, actividades como caminatas por parques, paseos en bicicleta o incluso juegos al aire libre con amigos son excelentes opciones.
  
  
• Descanso y sueño de calidad: Tan importante como la actividad, es el descanso para los más pequeños del hogar. Durante el sueño, el cuerpo libera hormonas y realiza procesos de reparación celular que son fundamentales para mantener un sistema inmunológico saludable. Establecer una rutina de sueño regular y proporcionar un ambiente propicio para el descanso, como una habitación tranquila y cómoda, contribuirá significativamente a que sus cuerpos se recuperen y reparen de manera eficiente. Los niños deben dormir entre 9 y 11 horas sin interrupciones para descansar correctamente. Esto les ayuda en su crecimiento y favorece el aprendizaje.
  
  
• Fomentar hábitos de higiene: Normalmente, los niños tienden a ensuciarse las manos mientras juegan o realizan diversas actividades. Por tanto, es esencial inculcarles la importancia de lavarse las manos antes de las comidas y después de ir al baño. Esta práctica es fundamental para mantener una buena salud y prevenir contagios. La educación en la higiene debe comenzar desde temprana edad, ya que les ayudará a adquirir hábitos saludables y que les protegerán de futuras infecciones.

Al prestar atención a las señales de un sistema inmunológico debilitado y tomar medidas para fortalecerlo, puedes ayudar a tus hijos a mantenerse saludables durante la temporada de otoño. Recuerda que siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud si te preocupa la salud de tu hijo. ¡Cuida su sistema inmunológico para que puedan disfrutar plenamente de esta bonita temporada!

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