Cómo cuidar la microbiota oral infantil

La microbiota oral es un aspecto crucial en el desarrollo de los pequeños. Es una comunidad de bacterias y microorganismos que habitan en la boca y tienen una relación directa con la microbiota intestinal. El cuidado de este ecosistema alojado en la boca es fundamental para el correcto desarrollo y funcionamiento del organismo infantil. Fomentar una buena higiene dental a edades tempranas y mantener una alimentación saludable ayudan en la prevención de patologías y enfermedades. A continuación, explicamos la importancia de su cuidado e higiene.

Relación microbiota oral - intestinal

La boca es la puerta de entrada para los alimentos y bacterias que pasan por el tracto digestivo. Por ello una microbiota oral equilibrada es esencial para el buen funcionamiento del sistema intestinal. Cuando aparece algún desequilibrio en este ecosistema es posible que aparezcan patologías y enfermedades que afectan a la salud estomacal.  

La microbiota intestinal es esencial para la digestión y el sistema inmunológico, ayudando a prevenir infecciones y evitando una flora digestiva dañada. El cuidado y la higiene dental es fundamental para un desarrollo saludable y correcto de la salud infantil.

Hay por tanto una relación directa entre ambos ecosistemas, por lo que un buen mantenimiento bucodental beneficia y previene de enfermedades que afectan no solo a la boca sino a la salud general de los niños.

Una mala salud bucodental puede provocar: 

• Caries: la acumulación de bacterias en la boca puede provocar caries dental. Estas causan dolor, si no se tratan pueden afectar los nervios y la raíz del diente hasta llegar a ser una infección.
• Gingivitis: las bacterias se acumulan en la línea de las encías provocando inflamación y enrojecimiento. Una patología reversible con una higiene oral adecuada, si se ignora puede convertirse en periodontitis.
• Periodontitis: infección de las encías y el tejido que sostiene los dientes. Los primeros signos son encías inflamadas y dolorosas. Pueden perderse dientes en los casos más graves.
• Halitosis: mal aliento debido al cúmulo de bacterias que producen olores desagradables.
• Problemas de masticación: si los dientes están dañados o tienen caries pueden presentarse dificultades al masticar. En casos extremos es urgente la extracción de las piezas para evitar mayores complicaciones.
• Hábitos nocivos: ante el dolor de dientes o encías el pequeño puede empezar a morderse las uñas o chuparse el dedo para aliviarse. Estas prácticas ponen en riesgo la salud dental a largo plazo.

Higiene bucal para una buena salud

Una buena higiene bucal es fundamental para la prevención de infecciones, enfermedades y mantener el equilibrio de la microbiota infantil. Es recomendable enseñar a nuestros hijos los pasos para una correcta higiene bucodental.

• Cepillar los dientes: al menos dos veces al día durante dos minutos con un cepillo y pasta dental adecuada a su edad. Es importante cepillar todas las caras de los dientes, incluyendo muelas traseras y encías.
• Hilo dental: ayuda a eliminar la placa bacteriana que se acumula entre los dientes.
• Alimentación saludable: no solo beneficia a la salud general de los niños, sino que también influye en la bucodental. Debemos evitar alimentos azucarados y ofrecerles frutas, verduras y lácteos que ayudan en la prevención de molestias en su salud.
• Acudir al dentista: realizar visitas regulares al odontólogo para un chequeo y limpieza de la cavidad bucal del niño.
  
  

Cepillo y pasta de dientes según la edad

Es vital seleccionar correctamente el cepillo y la pasta de dientes para nuestros hijos. Además de enseñarles una adecuada técnica de cepillado para conseguir una buena higiene bucal. La decisión final dependerá de la edad del pequeño.

De 0 a 2 años: el cepillo de dedo es una gran opción para limpiar la boca antes de salir el primer diente. Son de caucho, suaves y se ajustan a la punta de los dedos. La pasta dental sin flúor es recomendable dado que su sistema digestivo no está preparado para tragarla.

De 2 a 6 años: usar un cepillo pequeño que se adapte a la boca del niño y con cerdas suaves para evitar daños en el esmalte dental. Es recomendable usar pasta de dientes con flúor evitando excesos ya que puede provocar manchas blancas en las piezas permanentes.