La Navidad es una época llena de celebraciones, comidas especiales y cambios en las rutinas familiares. Sin embargo, este periodo también puede ser propenso a causar trastornos digestivos en los niños debido al consumo excesivo de alimentos poco habituales, dulces y horarios irregulares. Para disfrutar de las fiestas sin preocupaciones, es importante adoptar ciertas medidas que ayuden a prevenir problemas como indigestión, diarrea o estreñimiento en los más pequeños. Aquí te ofrecemos consejos prácticos para cuidar la salud digestiva de tus hijos durante estas fiestas.
Durante las celebraciones, es común que los niños consuman más dulces, alimentos grasos y productos ultra procesados. Aunque no es necesario prohibir estos alimentos, sí es fundamental moderar su consumo.
• Ofrece opciones saludables junto a los platos típicos navideños, como frutas frescas, verduras al vapor y proteínas magras.
• Antes de asistir a una cena o evento, asegúrate de que los niños hayan comido alimentos saludables en casa para evitar que llenen su estómago solo con dulces.
• Limita los snacks altos en grasas o azúcares entre las comidas principales.
El consumo excesivo de alimentos en poco tiempo puede sobrecargar el sistema digestivo de los niños, causando indigestión o malestar abdominal.
• Anima a los niños a comer despacio, masticar bien los alimentos y escuchar las señales de saciedad de su cuerpo.
• Divide las porciones de alimentos en cantidades pequeñas y permite que elijan lo que realmente desean comer.
• Controla el acceso constante a la mesa de postres para evitar un exceso de azúcar.
Algunos platos típicos navideños, como salsas, carnes grasosas o alimentos muy condimentados, pueden ser difíciles de digerir para los niños.
• Opta por recetas más ligeras para los niños, evitando el exceso de mantequillas, cremas o frituras.
• Si introduces alimentos nuevos en su dieta, hazlo en pequeñas cantidades para observar su tolerancia.
Aunque las rutinas cambian durante las fiestas, intenta mantener horarios regulares para las comidas principales y los snacks. Comer a deshoras puede causar desajustes en el sistema digestivo.
• Programa comidas en familia en horarios similares a los habituales.
• Evita que los niños coman tarde en la noche, ya que esto puede dificultar la digestión y alterar su sueño.
El consumo de agua es fundamental para mantener una buena salud digestiva. Durante las fiestas, los niños pueden olvidarse de beber suficiente líquido o preferir bebidas azucaradas.
• Ofrece agua con regularidad a lo largo del día, especialmente si están jugando o comiendo alimentos más secos.
• Limita las bebidas gaseosas, ya que pueden causar hinchazón y malestar digestivo.
• Las infusiones suaves, como la de manzanilla, pueden ser una buena opción para aliviar el malestar estomacal.
El sedentarismo durante las vacaciones, combinado con el consumo excesivo de alimentos, puede contribuir al estreñimiento y otros problemas digestivos.
• Organiza actividades físicas en familia, como paseos, juegos al aire libre o deportes sencillos.
• Anima a los niños a moverse después de las comidas en lugar de quedarse sentados o viendo pantallas.
El aumento en la preparación y almacenamiento de alimentos durante las fiestas puede aumentar el riesgo de consumir productos en mal estado, lo que podría causar intoxicaciones alimentarias.
• Asegúrate de que los alimentos estén frescos y bien cocinados.
• Evita dejar alimentos perecederos fuera del refrigerador por largos periodos.
• Insiste en que los niños se laven las manos antes de comer, especialmente en reuniones donde puedan tocar diferentes superficies.
Los probióticos ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal y pueden prevenir trastornos digestivos como diarrea o estreñimiento.
• Incluye alimentos ricos en probióticos como yogur, kéfir o complementos alimenticios.
• Si los niños tienen un historial de problemas digestivos, consulta al pediatra sobre la posibilidad de añadir complementos alimenticios con probióticos durante las fiestas.
A pesar de todas las precauciones, es posible que los niños experimenten algún malestar digestivo durante la Navidad. Presta atención a los siguientes signos:
• Dolor abdominal persistente.
• Vómitos o diarrea que duren más de 24 horas.
• Falta de apetito prolongada o signos de deshidratación, como sequedad en la boca o disminución de la orina.
Si notas alguno de estos síntomas, consulta con un pediatra para recibir orientación adecuada. Disfrutar de la Navidad no tiene por qué estar reñido con mantener la salud digestiva de los niños. Con pequeños ajustes en las comidas, controlando las porciones y promoviendo hábitos saludables, puedes prevenir trastornos digestivos y asegurar que todos pasen unas fiestas felices y sin complicaciones. Recuerda que la clave está en el equilibrio: permitir a los niños disfrutar de los sabores navideños, pero siempre con moderación y cuidado. ¡Felices fiestas!