La congestión nasal es una afección frecuente en los bebés, derivada de causas variadas como resfriados, alergias o cambios ambientales. Los bebés, durante los primeros 6 meses de vida, respiran exclusivamente por la nariz, lo que convierte a la congestión nasal en un problema significativo. Esta exclusividad en la respiración nasal puede complicar seriamente tanto la capacidad del bebé para respirar con normalidad como su calidad de sueño, afectando de igual manera el descanso de los padres. Entender las causas de esta condición y adoptar estrategias eficaces para mitigar sus efectos es vital para asegurar el bienestar y un descanso apropiado tanto para el bebé como para su familia.
La congestión nasal en niños es un trastorno que dificulta la respiración adecuada debido a la acumulación de moco, tejido inflamado, o ambos, obstruyendo las fosas nasales. Aunque es un fenómeno habitual en los más pequeños, cuyos sistemas inmunológicos están aún en desarrollo, la congestión nasal requiere atención, ya que puede complicarse y derivar en condiciones como resfriados o sinusitis. El cuerpo genera moco como un mecanismo defensivo para capturar y expulsar agentes patógenos del sistema respiratorio, pero en ocasiones, este mecanismo no es suficiente para bloquear completamente la entrada de virus y bacterias.
La congestión nasal en bebés puede deberse a varias causas, desde el ambiente seco del hogar hasta resfriados comunes o alergias. Durante la noche, cualquier congestión existente puede parecer peor debido a la posición horizontal del bebé, lo que puede dificultar la respiración normal y tranquila.
Los síntomas de congestión nasal en niños incluyen:
Para ayudar a tu bebé a respirar mejor por la noche, es esencial adoptar prácticas seguras y efectivas. La American Academy of Pediatrics (AAP) recomienda que los bebés duerman siempre boca arriba en una superficie plana y firme para reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y otras complicaciones. Aquí te dejamos algunas sugerencias para aliviar la congestión nasal de tu bebé y asegurar un sueño seguro y reparador:
Es importante evitar la práctica de elevar la cabecera de la cama del bebé para aliviar la congestión nasal. Esta medida puede representar un riesgo para los bebés, ya que pueden deslizarse o adoptar posiciones que dificulten aún más su respiración. Siguiendo las pautas de la AAP, asegúrate de que el bebé duerma boca arriba, en un colchón firme y sin almohadas, accesorios, mantas o juguetes que puedan cubrir su cara o complicar su respiración. Estas precauciones son cruciales para prevenir el SMSL y garantizar un entorno de sueño seguro para tu bebé.
Código del material: ES-NP-2400036
Fecha de revisión: 09/04/24
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