¡La navidad está a la vuelta de la esquina! Y es que a pesar de que es una fecha bonita donde compartimos momentos especiales en familia, también es sinónimo de comidas en exceso; dulces, chocolate, turrones, mazapanes y un mayor sedentarismo. Por ello, es importante que no nos olvidemos de vigilar la alimentación de los más pequeños para evitar abusar de alimentos perjudiciales para su salud. ¡Echa un vistazo a estos consejos para disfrutar de unas Navidades saludables!
En las fiestas navideñas nos reunimos con nuestras familias y pecamos de comer en exceso abusando de los dulces y alimentos ultraprocesados. Las consecuencias de esta alimentación desequilibrada suelen ser indigestiones, hinchazón abdominal, diarreas, vómitos y otros síntomas digestivos que pueden arruinarnos las celebraciones por abusar de ciertos alimentos y sobretodo, pueden ser desaconsejables para la salud de nuestros hijos.
Es fundamental que cuidemos nuestros hábitos para que nuestros hijos sigan nuestro ejemplo. Si nos damos atracones y luego les exigimos que no coman dulces en exceso, ellos querrán tomarlos también. Por tanto, es importante que aunque se les conceda algún capricho en fechas puntuales, se mantenga una alimentación sana y equilibrada el resto de días.
El azúcar es el principal enemigo de la salud infantil, ya que consumiéndolo en exceso puede producir enfermedades como la obesidad, caries dental, trastornos digestivos y otros efectos adversos. Para ello, podemos optar por alternativas más saludables como dulces preparados en casa con ingredientes naturales y así controlar las cantidades de azúcar en nuestras recetas.
Como ya hemos comentado, en el caso de los dulces podemos optar por dulces hechos en casa como magdalenas, galletas o turrones en los que podemos controlar las cantidades de grasa y azúcar de cada alimento o sustituirlos por endulzantes como la miel o frutas como el plátano. En el caso de los entrantes, podemos optar por embutidos más saludables y con menor contenido graso como el pavo, el lomo o el jamón ibérico combinados con verduras o quesos bajos en grasa.
En cuanto a los platos principales una opción saludable serían los pescados blancos como el lenguado, la merluza o el rodaballo y en cuanto a las carnes, es preferible optar por las magras frente a las rojas, como pollo, pavo y algunos cortes de ternera como el solomillo.
En las comidas y cenas navideñas suele haber una gran cantidad de platos, por lo que debemos controlar las cantidades y respetar la ingesta de nuestros hijos. No es necesario llenar el plato de los niños hasta arriba ni obligarles a comer más si ya se han quedado satisfechos. Así evitaremos cualquier tipo de indigestión. Además, es importante que sigan unos buenos hábitos a la hora de comer, ya que normalmente las prisas por jugar hacen que quieran acabarse el plato rápidamente. Para ello, debemos insistirles en que coman despacio y mastiquen la comida correctamente respetando el momento de la comida.
Es importante mantener a nuestros hijos bien hidratados a lo largo del día. Su fuente principal de hidratación debe ser el agua y debemos evitar cualquier tipo de bebida azucarada o gaseosa, ya que no aportan ningún beneficio a la nutrición de un niño. En el caso de los zumos envasados, tampoco son una buena opción, puesto que tienen una gran presencia de azúcar y conservantes que son perjudiciales para su salud, por lo que podemos optar por zumos naturales elaborados en casa.
Una buena forma de controlar si beben la cantidad adecuada de agua es ir ofreciéndosela a lo largo del día. Podemos llevar una botella de agua encima así cuando estén jugando será más fácil que la acepten.
Los adultos debemos dar ejemplo y consumir agua como bebida principal en las comidas, para que entiendan que deben mantenerse hidratado
De la misma forma que debemos cuidar la alimentación de los niños en Navidad, también debemos evitar el sedentarismo e incrementar su actividad física. Para ello, como ya hemos comentado, los niños imitan los hábitos de los adultos y que mejor forma que hacer planes en familia que incluyan deporte y pasar todos juntos unas vacaciones divertidas.
En invierno, nos cuesta salir más de casa y sobretodo practicar deporte, pero también podemos disfrutar de deportes característicos de la temporada navideña en familia y pasarlo en grande como aprender a practicar esquí, descubrir nuevos lugares cubiertos de nieve o si prefieres no desplazarte a la montaña, otro plan muy divertido y que no puede faltar en estas fechas es el patinaje sobre hielo que suelen instalar en casi todas las ciudades por Navidad.