Ya es primavera y para muchos es una de las estaciones más bonitas del año ya que con ella llega el buen tiempo, los paseos por el campo, las plantas comienzan a florecer… Aunque para las personas alérgicas esta temporada puede convertirse en una auténtica pesadilla debido a sus molestos síntomas. Descubre estos consejos para ayudar a tus hijos a llevar mejor la alergia esta primavera.
Cuando llega la primavera es inevitable hablar de alergia, la cual suele aparecer en edad pediátrica y en algunos casos puede ser hereditaria. Sin embargo, el cambio climático ha provocado el aumento de niños alérgicos debido a las altas temperaturas que alarga las épocas de polinización y las intensifica según asegura la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) ₁.
La alergia primaveral es un tipo de alergia estacional y consiste en una respuesta inmunitaria de nuestro cuerpo ante una sustancia que considera nociva. Una de estas sustancias que causan alergia en la temporada de primavera suelen ser el polen de los árboles y plantas.
El polen son granos minúsculos que producen algunas plantas masculinas con flor para reproducirse y fecundar las plantas femeninas. Una sola planta puede producir miles de granos de polen que es imposible de apreciar cuando se transporta mediante el aire. No debemos confundirlo con las pelusas blancas del chopo que vemos en primavera, las cuales no causan alergia.
El polen de las gramíneas, ciprés, platanero, parietaria y olivo son los árboles más comunes desencadenantes de las alergias primaverales.
Cuando el polen entra en contacto con la piel, ojos, nariz o boca nuestro cuerpo se defiende liberando una serie de sustancias químicas, como la histamina, responsable de los síntomas de la alergia.
En caso de no tener ninguna otra alergia, las personas alérgicas al polen generalmente sólo sufren estos síntomas de manera estacional en la época de floración de las plantas.
Los síntomas más comunes en la alergia al polen son:
En ocasiones, es difícil diferenciar la alergia con el resfriado común porque pueden presentarse algunos de estos síntomas. Sin embargo, la alergia no produce fiebre y la tos suele acompañarse de expectoración. Si el niño presenta alguno de estos síntomas, es recomendable que acuda al pediatra para una valoración clínica.
Aunque es prácticamente imposible evitar el contacto con el polen, debido a que se transporta por el aire. Se pueden tomar algunas medidas preventivas₂ para aliviar sus síntomas y reducir su exposición.
Si tienes sospechas de que tu hijo puede ser alérgico es recomendable acudir al pediatra y bajo ningún concepto automedicarle para que realice la valoración clínica adecuada y que siga un tratamiento enfocado al tipo de alergia que presente.