Introducción de alimentos durante el primer año de edad

La introducción de la alimentación complementaria representa un momento crucial tanto para el pequeño como para los padres, lleno de interrogantes y decisiones. ¿Cuándo deben empezar a comer fruta, verdura o carnes? ¿A qué edad pueden comer solos? Este proceso, recomendado a partir de los 6 meses de edad, debe seguir una serie de pautas específicas para asegurar una nutrición adecuada y segura para el pequeño. ¡Te lo contamos en este artículo!

¿Cuándo empezar con la alimentación complementaria?

La Organización Mundial de la Salud recomienda comenzar la introducción de alimentos complementarios alrededor de los 6 meses. Sin embargo, ¿Cuál es la razón para esperar hasta los seis meses? A esta edad, los bebés suelen tener el desarrollo psicomotriz necesario para sostener la cabeza, sentarse por sí mismos (aunque necesiten algo de apoyo) y manejar alimentos con sus manos, llevándolos a la boca. Además, el reflejo de extrusión, que hace que expulsen sólidos de la boca, tiende a desaparecer.

Es importante no retrasar la alimentación complementaria más tarde de los siete meses, ya que la lactancia exclusiva, no es suficiente para cubrir las necesidades nutricionales y calóricas. Así como de ciertas vitaminas y minerales como hierro, zinc o vitamina B12, que son esenciales para el desarrollo del bebé. 

¿Cuándo introducir los diferentes alimentos?

Los 1000 primeros días de vida son la etapa más importante de la formación de nuestro cuerpo. Una buena alimentación durante ese período es esencial para un crecimiento y desarrollo saludables, así como para el mantenimiento de una microbiota intestinal óptima. Esta última juega un papel fundamental en asegurar el buen funcionamiento del sistema inmunológico, evitando desequilibrios que puedan afectar negativamente a su salud. Por ello, es imprescindible seguir las pautas de alimentación que nos indica la OMS y por supuesto, bajo la valoración del pediatra:

• De 0 a 6 meses: La alimentación debe consistir exclusivamente en leche materna o fórmula y a libre demanda. Estas proporcionan todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo saludable del bebé durante los primeros meses de vida.

• De 6 a 12 meses: A partir de los 6 meses, se introduce la alimentación complementaria manteniendo la leche como principal fuente de nutrición, que seguirá siendo a libre demanda. Los primeros alimentos deben ser fáciles de digerir. Inicia su alimentación con cereales con gluten (trigo, centeno, cebada, avena) o sin gluten (maíz, arroz) En la actualidad parece que se ha comprobado que retrasar la introducción del gluten no sirve para evitar la enfermedad celiaca, ya que tiene base genética. Frutas no cítricas (manzana, pera, plátano) y cítricas (limón, naranja) y verduras (calabaza, zanahoria). Gradualmente, introduce proteínas como huevo cocido, pollo, pavo, y legumbres, preferentemente cocinadas al vapor para preservar sus nutrientes y ofrecidas en forma de purés o piezas pequeñas, dependiendo del desarrollo masticatorio y de deglución del bebé.

• A partir de los 12 meses: Se pueden empezar a incluir lácteos enteros, como el yogur, quesos tiernos y ampliar la variedad de alimentos ofrecidos. Es el momento de introducir las verduras de hoja verde y pescados de mayor tamaño, siempre asegurándose de retirar espinas y evitando aquellos con alto contenido de mercurio, como el marisco (altamente alergénico).

• A partir de los 3 años: Se pueden ofrecer alimentos con formas y texturas más complejas, como frutos secos enteros (siempre con precaución para evitar atragantamientos), así como alimentos de textura dura. Es esencial enseñar al niño a masticar bien y a comer despacio.

Consejos a la hora de iniciar la alimentación complementaria

• Introduce nuevos alimentos gradualmente: Permite al bebé familiarizarse con los sabores y texturas. Observa posibles reacciones alérgicas y espera varios días antes de introducir un nuevo alimento.
• El aporte de agua cuando el bebé está alimentado sólo con leche, es suficiente a través de ésta. Pero, a partir de la introducción de la alimentación complementaria, conviene ofrecer agua para asegurar cubrir las necesidades.
• No se debe añadir sal o azúcar a las comidas antes del año de vida, que pueden afectar el desarrollo de preferencias alimentarias saludables y contribuir a problemas de salud a largo plazo.
• No fuerces la alimentación: Respeta los ritmos y preferencias del bebé, ofreciendo una variedad de alimentos sin presionar para que los acepte inmediatamente.
• La leche materna o fórmula sigue siendo importante: Aunque los sólidos se introduzcan en la dieta, la leche debe seguir siendo un pilar en la alimentación durante el primer año.
• Alimentos a evitar: La miel, puede contener esporas de Clostridium botulinum, causantes del botulismo infantil. La leche de vaca entera no se recomienda como bebida principal antes del primer año debido a su insuficiente contenido de hierro, vitamina E, y ácidos grasos esenciales. También se deben evitar alimentos con alto riesgo de asfixia como frutos secos enteros, uvas enteras, trozos grandes de carne o verduras crudas. 

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Fecha de revisión: 14 de marzo de 2024