La laringitis es una inflamación de la laringe que puede causar síntomas incómodos y preocupantes en los niños, como la pérdida de voz, tos seca y dificultades para respirar. Aunque es más común en los meses de invierno debido a los resfriados y otras infecciones respiratorias, también es sorprendentemente frecuente durante el verano. A continuación, exploraremos por qué la laringitis es habitual en los niños en esta estación y cómo podemos prevenirla y tratarla.
Exposición a cambios bruscos de temperatura: Uno de los factores más comunes que contribuyen a la laringitis en verano es la exposición a cambios bruscos de temperatura. Los niños pueden pasar de estar jugando al aire libre bajo el sol a entrar en una habitación con aire acondicionado muy frío. Estos cambios pueden irritar las vías respiratorias y hacerlas más susceptibles a la inflamación.
Alergias estacionales: El verano también trae consigo un aumento en la cantidad de polen, polvo y otros alérgenos en el aire. Las alergias pueden inflamar las vías respiratorias superiores, incluida la laringe, y desencadenar episodios de laringitis en niños que son sensibles a estos alérgenos.
Actividades al aire libre: Durante el verano, los niños suelen pasar más tiempo al aire libre, participando en actividades que pueden poner a prueba su sistema respiratorio, como nadar en piscinas con cloro, respirar aire seco en parques de atracciones o exponerse a contaminantes del aire en áreas urbanas. Estas actividades pueden contribuir a la irritación de la laringe.
Infecciones virales: Aunque las infecciones respiratorias son más comunes en invierno, los virus que causan laringitis pueden circular durante todo el año. Los niños pueden contraer infecciones virales en campamentos de verano, guarderías y durante viajes, lo que puede llevar a episodios de laringitis.
La laringitis en niños se presenta con una serie de síntomas característicos, que incluyen:
Pérdida o cambios en la voz: La voz del niño puede volverse ronca, débil o puede perderse completamente.
Tos seca: Una tos persistente que puede ser especialmente molesta por la noche.
Dificultad para respirar: En casos severos, la inflamación puede causar estridor, un sonido agudo que se produce al respirar.
Dolor o molestia al tragar: La inflamación puede hacer que tragar sea incómodo o doloroso.
Fiebre: En algunos casos, la laringitis puede ir acompañada de fiebre, especialmente si es causada por una infección viral.
Para minimizar el riesgo de laringitis en los niños durante el verano, es importante seguir algunas recomendaciones preventivas:
Evitar cambios bruscos de temperatura: Trate de evitar cambios bruscos de temperatura. Ajuste gradualmente la temperatura del aire acondicionado y asegúrese de que los niños se vistan adecuadamente cuando entren y salgan de ambientes con aire acondicionado.
Controlar las alergias: Si su hijo tiene alergias, consulte a un pediatra sobre el uso de antihistamínicos o inhaladores preventivos durante los meses de verano. Mantenga las ventanas cerradas durante los días de alta concentración de polen y considere el uso de purificadores de aire en el hogar.
Higiene y cuidados respiratorios: Fomente buenos hábitos de higiene, como lavarse las manos con frecuencia para prevenir infecciones virales. Además, asegúrese de que los niños beban suficiente agua para mantener las vías respiratorias hidratadas y reduzca la exposición a irritantes como el humo del tabaco y el cloro de las piscinas.
Protección solar y ropa adecuada: Asegúrese de que los niños usen protector solar y ropa adecuada cuando estén al aire libre para evitar el golpe de calor, que puede debilitar el sistema inmunológico y hacerlos más susceptibles a infecciones.
Si su hijo desarrolla laringitis, hay varias medidas que puede tomar para aliviar los síntomas y promover una recuperación rápida:
Descanso vocal: Anime a su hijo a hablar lo menos posible para dar tiempo a que la laringe se recupere. Evite susurrar, ya que esto puede tensar más las cuerdas vocales.
Hidratación: Mantenga a su hijo bien hidratado con agua y en el caso de bebes lactantes con leche materna.
Humidificación del aire: Use un humidificador en la habitación de su hijo para mantener el aire húmedo, lo que puede ayudar a reducir la sequedad y la irritación de las vías respiratorias.
Medicamentos: Consulte a un pediatra sobre el uso de medicamentos antiinflamatorios o analgésicos para aliviar el dolor y la inflamación. En casos de infecciones bacterianas, se pueden recetar antibióticos.
La laringitis en niños durante el verano es más común de lo que se podría pensar, debido a factores como cambios bruscos de temperatura, alergias estacionales, actividades al aire libre e infecciones virales. Tomar medidas preventivas y brindar cuidados adecuados puede ayudar a reducir el riesgo y tratar la laringitis de manera efectiva. Al estar atentos a los síntomas y seguir las recomendaciones, los padres pueden asegurarse de que sus hijos disfruten de un verano saludable y libre de complicaciones respiratorias.
Fecha de revisión: 16/06/24