El norovirus es una causa común de gastroenteritis en niños y adultos, caracterizada por inflamación del estómago e intestinos. Aunque suele ser autolimitada y de corta duración, la infección por norovirus en niños puede ser motivo de preocupación debido a su rápida propagación y al riesgo de deshidratación que conlleva, especialmente en los más pequeños.
Anualmente, afecta a más de 685 millones de personas, y aproximadamente 200 millones de estos casos ocurren en niños menores de cinco años. A pesar de que la mayoría de las infecciones por norovirus no resultan en complicaciones graves, su potencial de riesgo no debe ser subestimado, especialmente en niños, embarazadas y ancianos.
¿Qué es el norovirus?
El norovirus pertenece a una familia de virus de ARN que se enfoca en el aparato gastrointestinal y causan gastroenteritis aguda. Provocan inflamación estomacal e intestinal, lo que resulta en diarrea y vómitos constantes. Este virus tiene una capacidad de contagio excepcionalmente alta, a tal punto que la transmisión puede ocurrir con solo unas pocas partículas virales. Es el responsable del 75% de los brotes de gastroenteritis en comunidades cerradas, como geriátricos y centros educativos1
En niños, cuyos sistemas inmunológicos están aún en desarrollo y que por su naturaleza exploratoria están más expuestos a la transmisión de virus, el norovirus puede causar deshidratación severa, una condición que puede agravarse rápidamente y requiere atención médica.
Síntomas
Los síntomas del norovirus en niños pueden variar en intensidad, pero generalmente incluyen:
- Vómitos: Es uno de los signos más comunes y también uno de los principales vectores de transmisión del virus, ya que puede contaminar superficies si no se maneja adecuadamente.
- Diarrea: Acuosa y frecuente, la diarrea puede provocar rápidamente deshidratación en niños pequeños. Observar signos de deshidratación como sequedad de boca, llanto sin lágrimas o disminución de la cantidad de orina es crucial.
- Náuseas: Las náuseas intensas previas a los vómitos son una experiencia angustiante para los niños y requieren un manejo compasivo por parte de los cuidadores.
- Dolor abdominal: Los dolores y cólicos estomacales pueden ser fuertes y causar mucha incomodidad en los pequeños.
- Fiebre: Aunque no siempre está presente, la fiebre puede ocurrir y suele ser leve a moderada.
- Dolores de cabeza: Pueden acompañar a la fiebre y a la deshidratación, sumando malestar al cuadro clínico del niño.
Transmisión del Norovirus
El norovirus es un agente infeccioso que puede encontrarse en las heces y el vómito de una persona infectada. Su forma de propagación es bastante directa y puede ocurrir de varias maneras:
- Consumo de alimentos o agua que han sido contaminados con el virus.
- Contacto con superficies infectadas, seguido de llevarse las manos a la boca sin lavarlas.
- Interacción cercana con alguien que porta el virus, ya sea a través de toques directos o estar en proximidad cuando una persona infectada vomita o tiene diarrea.
- Los niños son particularmente vulnerables al contagio por sus hábitos innatos de exploración y el frecuente contacto de sus manos con la boca. Esto facilita la entrada del virus a su sistema.
A pesar de que el norovirus normalmente provoca síntomas que duran de uno a tres días, es importante saber que la persona afectada puede continuar diseminando el virus hasta dos semanas después de sentirse bien. Además, alguien puede ser portador y esparcir el norovirus sin presentar síntomas visibles, lo cual hace aún más crucial la adopción de medidas preventivas rigurosas.
¿Cómo puedes prevenirlo?
Dado que el norovirus es altamente contagioso y puede vivir en superficies durante días o semanas, la prevención es clave para evitar la propagación, especialmente en niños que pueden no ser tan cuidadosos con la higiene.
- Lavado de manos con frecuencia: La primera línea de defensa es el lavado de manos riguroso y frecuente con agua y jabón, especialmente después de ir al baño y antes de comer o preparar alimentos. Enseñar a los niños a lavarse las manos correctamente es una medida preventiva esencial.
- Enjuagar frutas y verduras: Antes de consumirlas, asegúrate de lavar las frutas y verduras bajo agua corriente para eliminar cualquier posible virus que pudiera estar presente en la superficie.
- Los alimentos deben cocinarse adecuadamente: El norovirus solo muere a temperaturas superiores a 60° C.
- Desinfectar superficies contaminadas: Usar lejía diluida o desinfectantes que sean efectivos contra los norovirus para limpiar cualquier superficie que pueda haber sido contaminada, especialmente si alguien en la casa está enfermo.
- Evitar la transmisión guardando reposo en casa: Si tu hijo presenta síntomas de norovirus, es importante mantenerlo en casa y fuera de la escuela o guardería para evitar la propagación del virus a otros niños.
La prevención es esencial para proteger a nuestros niños del norovirus, así como de otros agentes patógenos. Mantener una higiene adecuada y estar atentos a los signos y síntomas en los más pequeños es crucial para evitar complicaciones. Si los síntomas son preocupantes o se sospecha deshidratación, es vital buscar atención médica inmediatamente. Con la vigilancia y cuidado adecuados, podemos minimizar el impacto del norovirus en la población infantil.
REFERENCIAS
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Hall AJ, Lopman BA, Payne DC, Patel MM, Gastañaduy PA, Vinjé J, Parashar UD. Norovirus disease in the United States. Emerg Infect Dis. 2013 Aug;19(8):1198-205. doi: 10.3201/eid1908.130465.
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Glass RI, Parashar UD, Estes MK. Norovirus Gastroenteritis. N Engl J Med. 2009;361(18):1776-85. doi: 10.1056/NEJMra0804575.
ES-NP-2300023
Fecha de revisión: 15 de noviembre de 2023