En el mundo de la salud intestinal y el bienestar digestivo, los probióticos han ganado un lugar destacado gracias a sus beneficios para mejorar la flora intestinal y, con ello, influir positivamente en nuestra salud general. Sin embargo, a medida que aumenta la popularidad de estos microorganismos beneficiosos, también crece la complejidad en torno a su selección y uso. Una de las distinciones más importantes a comprender es la diferencia entre los probióticos monocepa y multicepa. Este artículo explorará estas diferencias, los criterios para su efectividad, y cómo pueden influir en la elección de probióticos para la salud pediátrica y general.
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped1. Estos beneficios incluyen la mejora de la función intestinal, el fortalecimiento del sistema inmunitario, y la prevención de infecciones gastrointestinales.
Para que un probiótico sea efectivo, es crucial considerar varios criterios:
Los probióticos monocepa contienen un único tipo de microorganismo. Sus efectos están bien documentados y se basan en estudios específicos para esa cepa. La selección de un probiótico monocepa se fundamenta en la evidencia de su eficacia para tratar condiciones de salud particulares. La ventaja de los probióticos monocepa radica en su capacidad para ofrecer resultados predecibles basados en su bien establecida eficacia.
Lactobacillus rhamnosus GG (LGG) es un tipo de bacteria que vive de forma natural en el cuerpo humano y se encuentra principalmente en el intestino. El probiótico LGG es una de las cepas más estudiadas4, conocida por su seguridad5 y está recomendado por su mayor grado de evidencia para ayudar en el tratamiento de la gastroenteritis aguda y en la prevención de la diarrea infantil asociada a antibióticos6,7. Ayuda a reducir la gravedad y la duración de los episodios de diarrea aguda8 y facilita la recuperación de la flora intestinal9.
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A diferencia de los monocepa, los probióticos multicepa combinan varias cepas en un solo producto. La teoría detrás de su formulación es que la combinación de cepas podría ofrecer un espectro más amplio de beneficios para la salud. Sin embargo, las interacciones entre las cepas pueden complicar su eficacia. En algunos casos, la presencia de múltiples cepas puede llevar a la competencia entre ellas o incluso inhibir sus funciones beneficiosas cuando se administran conjuntamente. La elección del probiótico apropiado debería basarse siempre, no en el número de cepas del producto, sino en los ensayos de eficacia disponibles. Esto es debido a que la eficacia de los probióticos es específica de la indicación y la cepa, así como de su uso (prevención o tratamiento)10.
La elección entre probióticos monocepa y multicepa debería basarse en la evidencia científica disponible y las necesidades específicas de salud del individuo. Mientras que los probióticos monocepa ofrecen la ventaja de efectos bien conocidos y específicos, los multicepa presentan el potencial de beneficios más amplios, aunque con una complejidad mayor en cuanto a su interacción y eficacia. Independientemente del tipo, es crucial seleccionar probióticos basados en criterios de calidad, seguridad, y eficacia, preferiblemente con el consejo de un profesional de la salud, para maximizar sus beneficios en la salud digestiva y general.
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Fecha de revisión: 12 de enero 2024