El sueño es un estado fisiológico que evade de forma temporal nuestra conciencia, el descanso es fundamental para nuestra salud. La creación de rutinas y la educación desde la infancia es de vital importancia. Aun así, es inevitable que los niños padezcan regresiones del sueño dado que están relacionadas con los hitos del desarrollo infantil. No es una etapa muy duradera, pero si trascendente para nuestro pequeño. La paciencia y las rutinas nos ayudarán a combatir estas crisis.
La regresión del sueño es una variación en el patrón del descanso infantil que coincide con los hitos madurativos. Conocerlos será de gran ayuda para saber cuándo pueden darse estas crisis del sueño.
La duración de estas etapas suele ser breve, de los 2 días hasta las 6 semanas. Existen casos en los que no aparecen síntomas, cuando el niño es más independiente y consigue volver a dormirse sin ayuda.
Los hitos del desarrollo no son la única causa en la aparición de esta pérdida de sueño, también los brotes madurativos o el cambio en las rutinas de descanso y alimentación. Es posible que aparezcan sin previo aviso ni causa justificada.
Algunos signos que nos pueden alertar es la resistencia del pequeño a dormir e incluso a irse a la cama. Si tarda en coger el sueño más de lo normal o si las siestas son más breves o inexistentes. También los despertares nocturnos y la irascibilidad pueden desvelar que hay regresión del sueño.
Ante esta situación, un tanto estresante no solo para el niño sino también para los padres, la clave está en mantener las rutinas. Estas nos ayudan a organizar las actividades diarias reduciendo la ansiedad, aumentando la eficiencia y fomentando la autonomía de los más pequeños. No variar los horarios ni las sanas costumbres hará que en poco tiempo el infante vuelva a descasar con normalidad.
Ser pacientes, revisar los horarios de descanso y las necesidades del sueño, controlar la alimentación y acompañar al pequeño en este proceso, son clave para tener éxito.
Los procesos madurativos presentan una serie de comportamientos y destrezas de los pequeños a medida que crecen. Los logros evolutivos son conductas y habilidades que se adquieren cuando el cerebro está preparado. Estos hitos son diferentes según la edad y se engloban a nivel social, emocional y físico.
La regresión del sueño es común en etapas muy concretas del proceso madurativo infantil:
La falta de sueño afecta de forma directa a la microbiota en cualquier etapa de nuestra vida. El correcto descanso nos asegura una buena salud física y mental. En el caso de los más pequeños es exactamente igual.
Si en la infancia no hay buena relación con el descanso, esto puede dar pie a la aparición de trastornos gastrointestinales como la enfermedad digestiva aguda, el reflujo, intolerancias o alergias, cólicos, gases e incluso anemia.
Según un estudio realizado por Salome Kurth, de la Universidad de Friburgo, y Sarah Schoch de la Universidad de Zúrich, la flora intestinal de los bebés está directamente relacionada con los patrones de sueño.
Los bebés que presentan una menor diversidad de bacterias en su flora intestinal duermen más durante el día. Por ende, aquellos que hacen su descanso nocturno presentan una microbiota más variada. Estas relaciones se conocían en los adultos, pero gracias al estudio sabemos que son iguales en la infancia. Estos vínculos son más fuertes a los 3 meses lo que marca un periodo de gran relevancia.
El estudio también arroja luz sobre la evolución colaborativa entre sueño, bacterias intestinales y actividad cerebral durante el primer año de vida, la actividad cerebral durante el sueño.
BIV-4/2023-189