Creciendo sanos

Sincope y golpe de calor, información práctica para familias

Escrito por Cynthia Crespo Mora | Jul 22, 2024 6:50:10 AM

En verano pasamos muchas más horas fuera de casa y es importante tener en cuenta dos situaciones que no son infrecuentes en esta época del año. Es útil y seguro para las familias conocer que son, sobre todo para prevenirlos, por ello hemos elaborado este documento.

Golpe calor

¿Qué es?

El golpe de calor consiste en una elevación excesiva de la temperatura corporal debida a la exposición a altas temperaturas, por no estar adecuadamente hidratados o por realizar un ejercicio físico intenso. Es una urgencia extrema que puede ocasionar incluso la muerte. 

 

 

¿Por qué se produce?

La exposición a temperaturas elevadas puede producir una pérdida de agua y de sales minerales que alteran el sistema de regulación térmica de nuestro cuerpo. Como consecuencia, se produce un sobrecalentamiento corporal que impide que los órganos vitales funcionen correctamente. 

Los niños más pequeños, menores de 4 años y sobre todo los menores de 1 año, son los más vulnerables, ya que su temperatura corporal sube más rápido que en los adultos porque tienen menor reserva de agua y sudoración y un aparato respiratorio aún inmaduro. 
Un niño puede sufrir un golpe de calor siempre que esté expuesto a situaciones con humedad y temperaturas elevadas, sin protección ni hidratación adecuadas. Aunque suele ocurrir en días soleados con calor intenso, también puede ocurrir en días nublados o en ambientes sombreados. 

El ejercicio físico excesivo con temperaturas muy altas o la radiación solar directa prolongada son algunas de las causas que aumentan el riesgo de sufrir un golpe de calor. 
Dejar a un niño solo en un vehículo a pleno sol es una causa frecuente de golpe de calor que se repite cada año.  

¿Cuáles son los síntomas?

Un niño que sufre un golpe de calor puede presentar mareos, vómitos, fiebre superior a 40⁰C, cefalea o irritabilidad y taquicardia. En los casos más graves, se pueden producir desmayos o pérdida de conciencia. 
También hay que estar atentos a otros síntomas como piel seca y muy caliente, fatiga, debilidad, respiración superficial y rápida o calambres musculares. 

 

¿Cómo actuar si sospechamos un golpe de calor? 

Nunca debemos olvidar que el golpe de calor es una urgencia médica extrema. Se produce muy rápidamente (en solo unos minutos), y si no se trata inmediatamente, puede evolucionar de forma drástica y provocar incluso la muerte. 
Es primordial trasladar al niño a un hospital. Pero mientras tanto, si estamos ante un niño con un golpe de calor, debemos: 

  • Colocarlo tumbado boca arriba a la sombra, en un sitio fresco y ventilado. 
  • Aflojar su ropa y quitar las prendas innecesarias. 
  • Colocar compresas de agua fría (no hielo) en la cabeza, cara, cuello, nuca y pecho. 
  • No sumergir al menor en agua helada, ni realizar friegas con alcohol. 
  • Si el niño está consciente y sin vómitos, darle de beber agua fría o una bebida isotónica. 
  • Si está inconsciente, avisar al teléfono de urgencias (112) y si es preciso, iniciar reanimación.
  • Trasladar al niño al hospital lo antes posible, para que sea valorado.

 

¿Se puede prevenir? 

El principal tratamiento del golpe de calor es la prevención: anticiparse y evitar que un niño se enfrente a esta situación. 
Para ello, cuando hace mucho calor es importante tomar una serie de precauciones: 

  • Hidratar: Es preciso ofrecer con frecuencia a los niños líquidos (pecho en lactantes), sin esperar a que ellos lo pidan, especialmente si van a realizar una actividad física prolongada. Las comidas deben ser ligeras; la fruta y las verduras frescas ayudan a reponer las sales perdidas por el calor. 
  • Limitar el ejercicio: Hay que evitar que los niños hagan ejercicio físico excesivo en las horas más calurosas (horas centrales del día). Proponer para esos momentos, juegos más tranquilos que eviten la deshidratación. 
  • Ropa adecuada: Cuando hace mucho calor es recomendable utilizar ropa transpirable, ligera, holgada y de colores claros. No olvidar proteger la cabeza de los niños con un gorro ligero y aplicar protección solar siempre que estén expuestos al sol. 
  • Refrescar: Mantener a los niños en lugares a la sombra, con aire acondicionado o ventiladores, si es posible. Es aconsejable que se bañen o mojen con cierta frecuencia. 
  • No dejar a los niños solos en el coche bajo ningún concepto, ni al sol, ni a la sombra, aunque se dejen las ventanillas abiertas. Los vehículos en el verano pueden alcanzar en su interior temperaturas altísimas y no se debe olvidar que es causa de golpes de calor fatales todos los veranos. Llame al 112 inmediatamente si ve a un niño solo en un coche. 

Sincope:

¿Qué es?

El síncope es una pérdida de conciencia brusca y breve: el niño se pone pálido, deja de responder y pierde la fuerza pudiendo caerse al suelo. Después, se recupera rápidamente, en un par de minutos. A veces, cuando el niño pierde el conocimiento se producen 2 o 3 sacudidas de las extremidades. Generalmente, antes del desmayo el niño se siente mal con náuseas, dolor abdominal, visión borrosa, sudoración o zumbido en los oídos. Estos síntomas pueden ayudar en el futuro para que su hijo se dé cuenta de lo que va a ocurrir y pueda evitar nuevos desmayos. 

 

¿Por qué se produce?

Puede desencadenarse por dolor, miedo, ansiedad, cuando se está de pie, parado en el mismo lugar durante mucho tiempo o al levantarse bruscamente cuando se está tumbado. 

 

¿Qué debe hacer la familia?

  1. Si conoce las situaciones que le causan los desmayos debe evitarlas o cambiarlas. 
    Por ejemplo, no hay que incorporarse bruscamente cuando se está sentado o tumbado. Si el niño se suele marear cuando le sacan sangre adviértalo antes a la enfermera para que le tumbe durante la extracción. 
  2. Cuando el niño comience a sentirse mal debe sentarse o tumbarse de inmediato para evitar el síncope y la caída. 
  3. Es conveniente que respire lenta y profundamente. 
  4. Si el niño pierde la conciencia es preferible tumbarle con las piernas elevadas y la cabeza de lado para que respire mejor. 
  5. Cuando el malestar y la sensación de debilidad física hayan desaparecido se puede incorporar despacio. Si está tumbado, primero debe sentarse y después de unos minutos levantarse. 

Como norma general, los niños con tendencia a presentar síncopes deben aumentar la ingesta diaria de líquidos, más aún si hacen ejercicio. 

 

¿Cuándo debe consultar en un servicio de Urgencias?

Es importante que las familias tengan en cuenta que situaciones no son lo normal de un síncope y por tanto requieren valoración médica.

  • Cuando el niño tarda en recuperar el conocimiento más de 5 minutos.
  • Cuando el síncope se ha producido con el ejercicio, al hacer un esfuerzo o mientras está sentado.
  • Si el episodio se ha acompañado de sacudidas de las extremidades o, al final, se ha orinado. 

Es importante que las familias sepan que en general, el síncope no se produce por problemas médicos importantes y no necesita ningún estudio especial. Del mismo modo que no son una enfermedad en sí mismo, pero que, si se producen de forma muy repetitiva, hay que descartar alguna alteración subyacente y por ello deben consultar con su pediatra de referencia.

 

Cynthia Crespo Mora

Última modificación: 02/05/2024

 
Referencias:

  1. American Academy of Pediatrics. American College of Emergency Physicians. APLS: the pediatric emergency medicine resource. 5.ª ed. EE. UU.: Jones and Bartlett Publishers; 2012. 
  2. Anderson JB, Willis M, Lancaster H, Leonard K, Thomas C. The evaluation and management of pediatric syncope. Pediatr Neurol. 2016 Feb;55:6-13. 
  3. Benito J, Mintegi S (eds.). Urgencias Pediátricas. Guía de actuación. Madrid: Panamericana; 2016. 
  4. Brignole M, Moya A, De Lange FJ, Deharo JC, Elliott PM, Fanciulli A, et al. Guía ESC 2018 sobre el diagnóstico y tratamiento del síncope. Rev Esp Cardiol. 2018;71(10):837.e1-e92.