Fiebre en niños: ¿Qué hacer y qué no hacer?
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El atragantamiento es una de las situaciones más alarmantes que puede ocurrir con los niños pequeños, especialmente porque sucede de forma inesperada. Los niños, debido a su curiosidad y a su tendencia a explorar el mundo con la boca, son particularmente vulnerables. Saber cómo prevenir estos episodios y actuar rápidamente en caso de que ocurra puede marcar la diferencia. Aquí exploramos cómo evitar el atragantamiento y qué medidas tomar si se presenta una emergencia.
El atragantamiento sucede cuando un objeto, comida o líquido bloquea parcial o totalmente las vías respiratorias, impidiendo que el aire llegue a los pulmones. En los niños, esto puede deberse a su hábito de llevarse cosas a la boca o a su incapacidad para masticar correctamente ciertos alimentos. Los niños menores de 5 años son particularmente propensos, ya que sus habilidades motoras y de deglución aún no están completamente desarrolladas.
Prevenir el atragantamiento implica crear un ambiente seguro y adoptar hábitos alimenticios adecuados para los niños. Estas son las claves principales:
• Supervisión constante: Nunca dejes a un niño pequeño comer o jugar sin supervisión. Evita que los niños jueguen mientras comen o que hablen y se rían con comida en la boca, ya que esto aumenta el riesgo de atragantamiento.
• Adaptación de los alimentos: Corta los alimentos en trozos pequeños y adecuados a la edad del niño. Por ejemplo, los alimentos redondos como uvas, tomates cherry o salchichas deben cortarse en trozos pequeños y preferiblemente en forma longitudinal. Evita ofrecer alimentos que representen un alto riesgo, como frutos secos enteros, caramelos duros, chicles o trozos grandes de carne.
• Elección de juguetes seguros: Asegúrate de que los juguetes sean apropiados para la edad del niño y no contengan piezas pequeñas que puedan desprenderse. Sigue las recomendaciones del fabricante sobre la edad mínima para cada juguete.
• Educación sobre hábitos alimenticios: Enseña a los niños a masticar bien los alimentos antes de tragarlos. Fomenta que los niños permanezcan sentados durante las comidas y eviten correr o jugar mientras comen.
• Evitar objetos peligrosos: Mantén pequeños objetos, como botones, monedas, globos desinflados o pilas de botón, fuera del alcance de los niños.
Saber cómo actuar rápidamente es crucial para evitar complicaciones graves. A continuación, te explicamos los pasos esenciales:
• Atragantamiento parcial: Si el niño está tosiendo, llorando o hablando, significa que las vías respiratorias no están completamente bloqueadas. Anima al niño a seguir tosiendo, ya que es la forma más efectiva de desalojar el objeto. No intentes golpear la espalda ni realizar maniobras si el niño está tosiendo eficazmente.
• Atragantamiento total: Si el niño no puede respirar, toser, llorar ni hablar, es una emergencia. Actúa de inmediato.
1. Coloca al bebé boca abajo, apoyado sobre tu brazo, con la cabeza más baja que el resto del cuerpo.
2. Administra hasta 5 golpes firmes entre los omóplatos usando la base de tu mano.
3. Si los golpes no funcionan, voltea al bebé boca arriba y realiza hasta 5 compresiones torácicas presionando con dos dedos en el centro del pecho, justo debajo de la línea de los pezones.
1. Realiza la maniobra de Heimlich:
• Coloca tus manos justo por encima del ombligo del niño.
• Aplica presión rápida hacia adentro y hacia arriba.
• Repite las compresiones hasta que el objeto sea expulsado o el niño vuelva a respirar.
Llama a emergencias: Si las maniobras no funcionan o el niño pierde el conocimiento, llama de inmediato a emergencias (112) y comienza la reanimación cardiopulmonar (RCP) si sabes cómo realizarla.
Incluso si logras resolver la situación, es importante llevar al niño al médico para asegurarte de que no haya daño en las vías respiratorias o complicaciones derivadas del episodio. El pediatra evaluará si es necesario realizar pruebas adicionales o dar seguimiento.
El atragantamiento en niños es una situación que puede prevenirse con medidas simples como la supervisión constante, la adaptación de los alimentos y el uso de juguetes seguros. Sin embargo, en caso de que ocurra, saber cómo actuar rápidamente puede salvar vidas. Educarte en primeros auxilios y maniobras de desobstrucción es una herramienta valiosa para proteger a los más pequeños. Asegúrate de estar siempre preparado y de crear un entorno seguro para que los niños crezcan saludables y protegidos.
Referencias:
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