La llegada de la primavera trae consigo un clima más cálido y días llenos de sol, ideales para disfrutar al aire libre con nuestros hijos. Sin embargo, esta estación también marca el inicio de una época donde los trastornos respiratorios se hacen más frecuentes entre los más pequeños, como el aumento en los niveles de polen y otros alérgenos en el aire, lo que puede desencadenar rinitis alérgica y otros trastornos respiratorios en los niños. Aunque generalmente, conocemos la primavera como la temporada de las alergias, hay más afecciones respiratorias que se acentúan durante esta época del año. ¡Te contamos cuáles son los trastornos respiratorios más comunes en primavera y cómo prevenirlos!
¿Cuáles son los trastornos respiratorios más comunes en primavera?
Aunque esta estación es sinónimo de días más largos y temperaturas agradables, es importante estar alerta ante algunos trastornos que afectan a la salud respiratoria de los más pequeños.
- Rinitis alérgica: Caracterizada por síntomas como estornudos, picor nasal, congestión y secreción acuosa, la rinitis alérgica se intensifica en primavera debido a la alta presencia de polen en el aire. Esta reacción alérgica ocurre cuando el sistema inmunitario del niño reacciona exageradamente frente a alérgenos ambientales que son inocuos para otras personas, como pueden ser el polen u otros alérgenos como los ácaros, el moho o el pelo de los animales.
- Infecciones por rinovirus: Los rinovirus, causantes de los comunes resfriados, encuentran en la primavera un momento propicio para su proliferación. Es común durante esta época del año que aparezcan síntomas como irritación nasal, dolor de garganta, dolor de cabeza, presión en los oídos, pérdida de apetito y tos. Se calcula que, en primavera, los rinovirus están más activos y pueden causar del 10% al 40% de los resfriados. Además, sus síntomas pueden confundirse con alergias por lo que es importante acudir al pediatra para que haga una valoración clínica.
- Bronquitis: La inflamación de los bronquios, frecuentemente provocada por infecciones virales, puede agravarse con la exposición a alérgenos. La bronquitis se manifiesta con tos persistente, que puede estar acompañada de expectoración y dificultad para respirar.
- Asma: La primavera puede agravar e incrementar la frecuencia de los episodios de asma, debido al incremento de polen y otros alérgenos en el aire. Los síntomas típicos incluyen sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos, especialmente durante la noche o después de la actividad física. La gestión adecuada del asma durante esta estación es crucial y puede requerir ajustes en la medicación preventiva, así como evitar en lo posible la exposición a alérgenos conocidos.
- Faringitis y amigdalitis: La inflamación de la garganta y las amígdalas, respectivamente, suelen ser más prevalentes en esta estación, debido a los continuos cambios de temperatura. Los síntomas incluyen dolor de garganta, fiebre, malestar general y, en el caso de la amigdalitis, inflamación visible de las amígdalas.
- Sinusitis: La inflamación de los senos paranasales, a menudo como complicación de una infección viral o alergias, provoca síntomas como dolor facial, congestión nasal y presión en la frente y mejillas. El aumento de los alérgenos puede obstruir los senos paranasales, facilitando la infección y la inflamación.
¿Cómo prevenir los trastornos respiratorios en niños durante la primavera?
Para prevenir los trastornos respiratorios en niños durante la primavera, es fundamental adoptar medidas proactivas. Aquí tienes algunas recomendaciones:
• Mantén el entorno libre de alérgenos: Asegúrate de que la habitación del niño esté limpia y libre de polvo. Usa purificadores de aire con filtros HEPA para capturar partículas de polen y otros alérgenos.
• Evita la exposición al polen: Intenta mantener a los niños en el interior durante las horas de mayor concentración de polen, generalmente por la mañana temprano y al atardecer. Consulta los informes de polen locales y planifica las actividades al aire libre en consecuencia.
• Ventilación adecuada: Ventila la casa durante las horas de menor concentración de polen y considera el uso de filtros antipolen en sistemas de aire acondicionado.
• Lavado frecuente: Baña a tus hijos por la noche para eliminar el polen de su piel y cabello antes de dormir. Cambia su ropa después de jugar fuera.
• Control médico: Si tu hijo tiene antecedentes de alergias o trastornos respiratorios, mantén un seguimiento regular con su pediatra y asegúrate de tener su medicación al día, incluyendo antihistamínicos o inhaladores según sea necesario.
Adoptando estas medidas, podrás ayudar a minimizar el riesgo de trastornos respiratorios en tus hijos durante la primavera, permitiéndoles disfrutar de esta bonita estación con un mayor bienestar.
Código del material: ES-NP-2400036
Fecha de revisión: 08/04/24
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