Consejos para cuidar la flora intestinal de los niños

El mantenimiento de una flora intestinal saludable en los niños es esencial para su desarrollo y bienestar general. Las bacterias beneficiosas, que residen en el sistema digestivo, juegan un papel fundamental en la salud, desde la defensa contra patógenos hasta la neutralización de toxinas. Una flora intestinal desequilibrada puede exponer a los niños a una variedad de trastornos provocando síntomas molestos como diarrea, hinchazón y estreñimiento. Por eso, es importante adoptar medidas para fortalecerla. ¡Te lo contamos!

¿Cómo fortalecer la flora intestinal en niños?

Desde el momento en que estamos en el útero y a lo largo de las distintas fases de crecimiento, la microbiota intestinal se va desarrollando y cambiando. Este proceso inicia con la transmisión de bacterias de la madre durante el embarazo y el parto, seguido de una evolución constante desde la infancia hasta la edad adulta. De hecho, los primeros 1.000 días de vida de un niño, desde la concepción hasta los dos años de edad, son fundamentales para su desarrollo. Es en estos primeros años cuando se establecen las bases de una microbiota intestinal robusta, lo que hace esencial tomar acciones para su correcto desarrollo.

• Nutrición durante el embarazo: La dieta de la madre durante el embarazo es vital para proporcionar al feto los nutrientes necesarios para su crecimiento. Una alimentación balanceada, rica en vitaminas, minerales y suficientes calorías, pero baja en grasas saturadas y azúcares, es esencial. En ciertos casos, pueden recomendarse suplementos para asegurar un aporte nutricional completo.

• Preferencia por el parto vaginal: El parto natural favorece una mejor colonización de la microbiota en el recién nacido, al exponerlo a los microorganismos beneficiosos del canal de parto de la madre. Aunque las decisiones clínicas pueden variar, es importante estar informado sobre los beneficios de este método.

• Promoción de la lactancia materna: La lactancia materna proporciona a los bebés bacterias beneficiosas que son cruciales para el desarrollo de una flora intestinal saludable. Siempre que sea posible, se recomienda el amamantamiento exclusivo o parcial.

• Alimentación saludable posterior: Al introducir alimentos sólidos, es clave ofrecer una dieta equilibrada que incluya fibra, carbohidratos complejos y vegetales, para promover una microbiota diversa y saludable..

• Uso de probióticos: En algunos casos, la suplementación con probióticos específicos puede ser beneficiosa para aumentar y diversificar la flora intestinal. Estos suplementos están diseñados para ser seguros y efectivos en niños desde el primer mes de vida. Una de las cepas de lactobacilos probióticos más estudiadas y mejor documentadas, especialmente en niños, es Lactobacillus rhamnosus GG.

• Fomentar la hidratación: Mantener una adecuada ingesta de líquidos es fundamental para el funcionamiento óptimo del sistema digestivo y, por ende, para la salud de la microbiota intestinal.

• Promover el ejercicio físico: Eno solo beneficia el desarrollo físico y mental de los niños, sino que también puede tener un impacto positivo en la composición y función de su microbiota intestinal.

Factores que afectan al equilibrio de la microbiota Intestinal

La construcción de una microbiota intestinal saludable en los niños no solo depende de promover prácticas beneficiosas, sino también de evitar aquellas que pueden perjudicarla. Junto a las estrategias positivas, es crucial considerar los factores que pueden comprometer el equilibrio y la diversidad de esta comunidad microbiana esencial.:

• Hábitos alimenticios incorrectos o cambios en la alimentación: Una dieta desbalanceada o cambios abruptos en los hábitos alimenticios pueden desestabilizar la flora intestinal.

• Tras un proceso de toma de antibióticos: Aunque necesarios para tratar ciertas infecciones, los antibióticos pueden reducir la diversidad de la microbiota al eliminar bacterias beneficiosas junto con las dañinas.

• Trastornos digestivos: Condiciones como el síndrome de intestino irritable y otras enfermedades inflamatorias del intestino pueden impactar negativamente en la composición de la microbiota.

• Sistema inmunitario debilitado: Un sistema inmune comprometido puede influir en la capacidad del organismo para mantener un equilibrio saludable de microorganismos en el tracto digestivo.

• Intolerancias alimentarias: Estas pueden provocar inflamación y otros trastornos digestivos que afectan negativamente a la microbiota.

• Mala higiene: Especialmente en lo que respecta a la preparación y manipulación de alimentos, una mala higiene puede introducir patógenos que alteran la flora intestinal.

• Insuficiente descanso o poca actividad física: La falta de sueño y la inactividad física pueden tener efectos adversos en la salud intestinal y, por extensión, en la microbiota.

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Fecha de revisión: 12/01/2024