El asma es una de las enfermedades crónicas más comunes en la infancia, afectando a millones de niños en todo el mundo. En este artículo, exploraremos qué es el asma, a quién afecta, los factores que desencadenan las crisis, sus síntomas, los diferentes tipos de asma infantil y las opciones de tratamiento disponibles.
El asma es una afección respiratoria crónica que se caracteriza principalmente por la inflamación de las vías aéreas inferiores, conocidas como bronquios. Esta inflamación conduce al estrechamiento y posible obstrucción de los bronquios, dificultando el paso del aire y provocando problemas respiratorios en los afectados. La causa de esta inflamación puede ser la exposición a ciertas sustancias o situaciones específicas, aunque también hay un componente genético que influye en su desarrollo.
Aunque el asma puede comenzar a cualquier edad, es frecuente que comience en la infancia, con un aumento en la población infantil en las últimas décadas. Afecta aproximadamente a 1 de cada 10 niños, aunque su prevalencia puede variar significativamente en diferentes regiones y países. Una de las características distintivas del asma es la hiperreactividad bronquial, que se refiere a la tendencia de los bronquios a contraerse temporalmente.
Las crisis asmáticas en niños pueden ser desencadenadas por una variedad de factores externos e internos.
Entre los desencadenantes externos más comunes se encuentran:
En cuanto a las causas internas:
Los síntomas del asma en niños pueden variar, pero comúnmente incluyen tos, especialmente por la noche o después de jugar; silbidos o sibilancias al respirar; dificultad para respirar (disnea) y opresión en el pecho. En algunos casos, los síntomas pueden ser leves y pasar desapercibidos, mientras que en otros pueden ser más graves y afectar las actividades diarias del niño.
El asma en niños se puede clasificar en varios tipos, dependiendo de los factores desencadenantes y la frecuencia de los síntomas. Los tipos más comunes incluyen el asma alérgica, que es causada por alérgenos específicos, y el asma no alérgica, donde otros factores como infecciones o ejercicio pueden desencadenar los síntomas. Además, el asma puede ser clasificada como intermitente o persistente, dependiendo de la regularidad y gravedad de los síntomas.
El tratamiento del asma en niños busca controlar los síntomas y prevenir las crisis. Esto generalmente incluye el uso de medicamentos, como los broncodilatadores de acción rápida para aliviar los síntomas durante una crisis y los controladores de asma a largo plazo para reducir la inflamación y sensibilidad en las vías respiratorias. Además, es fundamental identificar y evitar los desencadenantes del asma en la medida de lo posible.
La educación sobre la enfermedad y el plan de tratamiento es crucial tanto para los niños como para los padres. Aprender a reconocer los signos de una crisis inminente y saber cómo actuar es esencial para manejar el asma eficazmente.
Es importante tener en cuenta que con el tratamiento adecuado y el manejo de los desencadenantes, la mayoría de los niños con asma pueden llevar una vida normal y activa. La colaboración estrecha entre padres, niños y profesionales de la salud es clave para un manejo exitoso del asma infantil.
Código del material: ES-NP-2400004
Fecha de revisión: 17/01/24
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