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Tras las fiestas navideñas y los excesos gastronómicos, es conveniente volver a una dieta saludable compuesta por alimentos de temporada, que nos aportarán las vitaminas adecuadas para afrontar el invierno, y que además son más económicos y sostenibles. Consumir alimentos de temporada es respetar los ciclos naturales de nuestro planeta, tanto vegetal (frutas y verduras), como animal (pescados y carnes), encontrando los productos en el estado óptimo para su degustación.
Los alimentos de temporada son aquellos que se producen en la época correcta para que estén en su mejor estado y así ofrecer todo su aporte nutricional. Los alimentos de temporada son más sabrosos y huelen mejor.
Actualmente podemos consumir cualquier tipo de producto durante todo el año, pero estos alimentos no tendrán el mejor sabor ni nos aportarán todas sus vitaminas y nutrientes, porque el proceso de maduración se da durante su transporte o en cámaras frigoríficas.
Si consumimos alimentos de temporada nos aseguramos el mejor sabor, al haber madurado de forma natural, siguiendo su proceso biológico y aportando los beneficios necesarios para la época del año que corresponda. Consumir alimentos de temporada es sin duda consumir calidad y sabor.
Los alimentos de temporada son aquellos que se cultivan siguiendo el ciclo natural, lo que afecta de forma directa no sólo al sabor, sino también al precio y al cuidado del planeta.
La producción de los alimentos de temporada fomenta la rotación de cultivo, consiguiendo un menor empobrecimiento del suelo. Apostar por el consumo de los alimentos de temporada es apoyar la producción local. La abundancia de estos productos hace que su precio sea más económico.
Consumir productos de temporada es beneficioso para el medio ambiente, supone un uso menor de agua, de transporte y de cámaras frigoríficas, por lo que consumirlos es una acción sostenible.
Tras las fiestas de Navidad, en las que nos olvidamos de las frutas y las verduras, es conveniente revisar cuáles son de temporada.
Las frutas de temporada en invierno son los cítricos; naranjas, mandarinas, limones o pomelos, que nos aportan vitaminas del grupo B y vitamina C, esenciales para combatir los virus que vienen con el frío. Además, nos encontramos con la granada, kiwi, pera o manzana.
Las verduras de temporada en enero son aquellas que necesitan el frío para su crecimiento. Las de hoja como acelgas, espinacas o alcachofas y las crucíferas, brócoli, col o romanesco. Aportan vitaminas del grupo B, vitamina C, E y K, ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, el buen funcionamiento del sistema digestivo, potasio y son antioxidantes. La mejor forma de consumir las verduras es al vapor, así no pierden sus nutrientes naturales.
Al igual que con el cultivo, la pesca y la caza de temporada es esencial para que los ciclos biológicos de la reproducción animal se lleven a cabo. De esta forma podremos disfrutar de todas las especies existentes durante mucho tiempo.
El pescado es una gran fuente de colágeno beneficioso para el cuidado de nuestra piel, músculos y articulaciones. Aporta vitaminas del grupo B y minerales, fósforo para huesos y dientes, potasio para mantener un buen ritmo cardiaco y yodo para la producción de hormonas tiroideas. Algunos pescados de temporada en invierno son besugo, merluza, lubina, calamar, dorada, cigala, gamba, pulpo o sepia.
El consumo de carne es importante para aportar a nuestro cuerpo vitaminas del grupo B y minerales como hierro, fósforo, zinc, con el que nuestro cuerpo combate virus y bacterias, y selenio, que nos ayuda contra las infecciones. Las carnes de temporada que podemos encontrarnos en invierno son de buey, conejo, pavo, cerdo, ternera, cordero, perdiz, jabalí o ciervo.
Retomar la normalidad de nuestra alimentación es básico para recuperarnos después de las fiestas navideñas. El consumo de alimentos de temporada nos ayuda a llevar una dieta variada adaptada a los productos de cada época. Es una buena elección para nuestro organismo que se verá recompensando con una gran diversidad de nutrientes necesarios durante el año. Apostar por los alimentos de temporada es también beneficioso para nuestro bolsillo y para el planeta.
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