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¿Qué hacer si mi hijo tiene terrores nocturnos?

Cuando un niño experimenta un terror nocturno, puede ser un momento de gran preocupación y desconcierto para los padres. Los terrores nocturnos son un tipo de trastorno del sueño que se diferencia notablemente de las pesadillas y suelen afectar a niños entre los 3 y los 8 años de edad. A diferencia de las pesadillas, que ocurren durante el sueño REM, los terrores nocturnos suelen suceder en las primeras horas de la noche, durante la fase de sueño profundo no REM.

¿Qué son los terrores nocturnos?

Los terrores nocturnos se caracterizan por episodios en los que el niño, aunque parece estar despierto, en realidad está en un estado de semiinconsciencia. Es común que se siente o se incorpore en la cama, llore, grite y muestre signos de gran agitación. Aunque puede tener los ojos abiertos y parecer alerta, en realidad no está consciente de su entorno y no recordará el episodio al día siguiente. Estos episodios pueden ser tan intensos que algunos padres llegan a temer que el niño esté sufriendo un dolor físico grave.

A pesar de su apariencia alarmante, los terrores nocturnos no son indicativos de una enfermedad o trastorno grave. Sin embargo, pueden ser perturbadores para quienes los presencian debido a su intensidad y a la sensación de impotencia que generan al no poder calmar al niño fácilmente.
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Diferencias entre pesadillas y terrores nocturnos

niña pesadilla

A diferencia de los terrores nocturnos, las pesadillas ocurren durante el sueño REM y suelen ser recordadas por el niño. Tras una pesadilla, el niño puede despertarse completamente, estar consciente de su entorno y sentir alivio con el consuelo de los padres. En cambio, durante un terror nocturno, el niño permanece en un estado de sueño profundo y no responde a los intentos de consuelo.

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Causas de los terrores nocturnos

Los terrores nocturnos pueden ser provocados por la sobreexcitación del sistema nervioso central durante el sueño. Suelen ocurrir en el tránsito de una fase del sueño a otra, normalmente en las primeras horas de la noche. Factores como el estrés, cambios significativos, la genética y el cansancio extremo pueden aumentar la susceptibilidad a estos episodios.

Las causas de los terrores nocturnos pueden ser variadas, pero a menudo están relacionadas con:

  • Cansancio extremo o falta de sueño.

  • Estrés o ansiedad.

  • Fiebre o enfermedad.

  • Cambios en el horario de sueño o rutinas.

  • Antecedentes familiares de terrores nocturnos o sonambulismo.

¿Cómo actuar durante un episodio?

  • Mantener la calma: Es esencial mantener la calma durante un episodio. Aunque puede ser alarmante, recuerda que es un evento común en la infancia.

  • No despertar al niño: Intentar despertar a un niño durante un terror nocturno generalmente no es efectivo y puede prolongar el episodio.

  • Asegurar la seguridad: Verifica que el entorno del niño sea seguro. Retira objetos con los que se pueda golpear o lastimar.

  • Hablarle suavemente: Aunque el niño no esté consciente, hablarle con calma puede ayudar a tranquilizarlo.

  • Esperar a que pase: La mayoría de los episodios terminan por sí solos. Una vez que termine, el niño volverá a dormirse.

Prevención y manejo de los terrores nocturnos

  • Establecer una rutina de sueño relajante: Una rutina constante antes de dormir puede ayudar a reducir la incidencia de terrores nocturnos.

  • Evitar el cansancio extremo: Asegúrate de que tu hijo duerma lo suficiente y evita que se acueste demasiado tarde.

  • Reducir el estrés: Los momentos tranquilos y relajantes antes de dormir pueden ser beneficiosos.

  • Consultar con un especialista: Si los episodios son frecuentes o muy intensos, es aconsejable consultar con un pediatra o un especialista en sueño.

Cuándo buscar ayuda profesional

mama jugando con su hijo

Aunque los terrores nocturnos son generalmente inofensivos, es importante buscar ayuda profesional si:

  • Son muy frecuentes o intensos.
  • Causan una gran perturbación en el sueño del niño o de la familia.
  • Se presentan junto con otros signos de problemas en el sueño.
  • Continúan más allá de la primera infancia.

En resumen, los terrores nocturnos son una parte normal del desarrollo de muchos niños y, aunque pueden ser estresantes, generalmente son inofensivos y disminuyen con el tiempo. Con un enfoque calmado y amoroso, y algunas estrategias preventivas, la mayoría de las familias pueden manejar efectivamente estos episodios.

ES-NP-2300046
Fecha de revisión: 18/12/2023
 
REFERENCIAS
 
1. Gonzalvo Rodríguez C, Fernández Pérez M. Pesadillas y terrores nocturnos. En Familia. Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría. [Internet]. Publicado el 10 de febrero de 2014; revisado por última vez el 20 de junio de 2019. Disponible en: https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/pesadillas-terrores-nocturnos

2. American Academy of Pediatrics. Sleep Problems in Children. Última actualización 18 de octubre de 2023. [Internet]. Disponible en: https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/preschool/Paginas/nightmares-and-night-terrors.aspx

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