La salud intestinal ha ganado mucha atención en los últimos años, y con razón, porque un equilibrio adecuado en la flora intestinal no solo favorece una digestión eficaz, sino que es fundamental para el buen funcionamiento de nuestro organismo a todos los niveles. Los probióticos, con su capacidad para restaurar y mantener este equilibrio, se han posicionado como aliados esenciales. Pero, ¿estás familiarizado con los distintos tipos de probióticos y las funciones que desempeñan? ¡Te lo contamos!

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¿Qué son los probióticos?

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud del huésped. Principalmente, se encuentran en alimentos fermentados y suplementos.

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¿Cómo se diferencian los probióticos?

Los organismos probióticos, al igual que otros seres vivos, tienen una taxonomía específica que los clasifica y les da identidad. Según la Organización Mundial de Gastroenterología1, esta taxonomía se estructura en diferentes niveles:

  • Género: El primer nivel de clasificación. Por ejemplo, Lactobacillus.
  • Especie: Un nivel más específico dentro del género. Por ejemplo, rhamnosus.
  • Subespecie: Aunque no siempre se menciona, es un nivel más detallado que la especie.
  • Designación de cepa: Una identificación alfanumérica o alfabética única para cada cepa. Por ejemplo, GG.

¿Por qué es crucial la denominación de la cepa en los probióticos?

Una cepa probiótica se refiere a una versión específica de una bacteria o levadura que posee propiedades beneficiosas para la salud. Cada probiótico se identifica a través de su nombre completo, que incluye el género, la especie y una designación de cepa única. Por ejemplo, en "Lactobacillus rhamnosus GG", "Lactobacillus" es el género, "rhamnosus" es la especie y "GG" es la designación única de la cepa.

En el ámbito de los probióticos, la denominación de la cepa es esencial, y aquí radica su importancia: aunque dos microorganismos puedan pertenecer al mismo género y especie, sus efectos sobre la salud pueden variar drásticamente debido a las diferencias a nivel de cepa. Esto significa que mientras una cepa específica de "Lactobacillus rhamnosus" puede ser excelente para tratar, por ejemplo, la diarrea asociada antibióticos, otra cepa del mismo género y especie podría no serlo.


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Características Esenciales de un Probiótico

Antes de sumergirnos en los diferentes tipos, es crucial comprender las características que definen a un probiótico de calidad:

  • Viabilidad: Deben estar vivos en el momento de consumo.

  • Cantidad suficiente: La dosis debe ser lo suficientemente alta para conferir beneficios a la salud.

  • Especificidad: Deben ser de una cepa específica, que haya sido estudiada y demostrado que proporciona beneficios.

  • Seguridad: No deben causar daño al huésped.

  • Estabilidad: Deben ser capaces de sobrevivir y mantener su viabilidad durante el almacenamiento y al pasar por el sistema digestivo.

Tipos de probióticos y sus funciones

Los probióticos han tomado protagonismo en los últimos años, principalmente por su impacto positivo en la salud intestinal y general. Los probióticos se dividen principalmente en dos categorías: bacterianos y de levadura. Cada tipo tiene sus características y beneficios específicos que aportan al organismo. A continuación, te detallamos estos dos tipos principales y sus evidencias a nivel pediátrico.

Probióticos que contienen bacterias:

Estos son los más comunes y reconocidos. Habitan en diversos lugares de nuestro organismo, pero son especialmente abundantes en nuestro sistema digestivo.

Género Bifidobacterium:

  • Se encuentran principalmente en el intestino grueso.

  • Ayudan a mantener una microbiota intestinal saludable, impidiendo el crecimiento de bacterias dañinas.

  • Participan activamente en la digestión y producción de ciertas vitaminas.

  • Potencian la función del sistema inmunológico.

Género Lactobacillus:

  • Habitualmente presentes en el intestino delgado y la vagina.

  • Producen ácido láctico, lo que ayuda a mantener un ambiente ácido en el intestino, desfavorable para bacterias dañinas.

  • Son beneficiosos para la digestión y absorción de nutrientes.

  • Ayudan a prevenir y tratar diversas infecciones.

Probióticos que contienen levaduras:

Existen algunos probióticos que contienen levaduras que también tienen propiedades beneficiosas para nuestro organismo:

Saccharomyces boulardii12,13:

  • Es una levadura probiótica única que no se ve afectada por antibióticos y, por lo tanto, puede ser tomada simultáneamente cuando se está bajo tratamiento antibiótico.

  • Tiene propiedades antimicrobianas y antitoxínicas que combaten bacterias dañinas y toxinas.

  • Favorece la restauración de la microbiota intestinal, especialmente después de perturbaciones como una infección o tratamiento con antibióticos.

Indicaciones pediátricas basadas en la evidencia para probióticos1

La siguiente tabla muestra indicaciones pediátricas basadas en la evidencia científica de algunas cepas probióticas1:

PEDIÁTRICAS

Trastorno, acción

Cepa de probiótico

Dosis recomendada

Tratamiento de la gastroenteritis aguda

LGG 3,4

≥ 1010 UFC/día (habitualmente 5–7 días)

Saccharomyces boulardii CNCM I745 3,5

250–750 mg/día (habitualmente 5–7 días)

Lactobacillus reuteri DSM 17938 3,4,6,7

108 to 4 × 108 UFC (habitualmente 5–7 días)

Prevención de diarrea asociada a antibióticos

LGG 8,9

1–2 × 1010 UFC

Saccharomyces boulardii10

250–500 mg

Prevención de diarrea nosocomial

LGG 10

1010–1011 UFC, dos veces al día

Bifidobacterium bifidum y Streptococcus thermophiles 11

 

Trastornos gastrointestinales funcionales relacionados con el dolor abdominal

LGG 12

1010–1011 UFC, dos veces al día

 

REFERENCIAS:
  1. Organización Mundial de Gastroenterología. Directrices sobre probióticos y prebióticos. 2017. Disponible en: https://www.worldgastroenterology.org/UserFiles/file/guidelines/probiotics-and-prebiotics-spanish-2017.pdf

  2. Ma RG, Zhang L, Hou Y, Wang Z, Hu S, Gao T. Efficacy and safety of the probiotic Saccharomyces boulardii for the prevention and therapy of gastrointestinal disorders. J Antimicrob Chemother. 2002;49(5):721-729.

  3. McFarland LV. Saccharomyces boulardii: a review of its therapeutic potential. J Pharm Pharmacol. 2010;62(11):1499-1510.

  4. Szajewska H, Guarino A, Hojsak I, Indrio F, Kolacek S, Shamir R, et al. Use of probiotics for management of acute gastroenteritis: a position paper by the ESPGHAN Working Group for Probiotics and Prebiotics. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2014 Apr;58(4):531–9.

  5. Szajewska H, Skórka A, Ruszczyński M, Gieruszczak-Białek D. Meta-analysis: Lactobacillus GG for treating acute gastroenteritis in children--updated analysis of randomised controlled trials. Aliment Pharmacol Ther. 2013 Sep;38(5):467–76.

  6. Szajewska H, Skórka A. Saccharomyces boulardii for treating acute gastroenteritis in children: updated meta-analysis of randomized controlled trials. Aliment Pharmacol Ther. 2009 Nov 1;30(9):960–1.

  7. Urbańska M, Gieruszczak-Białek D, Szajewska H. Systematic review with meta-analysis: Lactobacillus reuteri DSM 17938 for diarrhoeal diseases in children. Aliment Pharmacol Ther. 2016 May;43(10):1025–34.

  8. Szajewska H, Urbańska M, Chmielewska A, Weizman Z, Shamir R. Meta-analysis: Lactobacillus reuteri strain DSM 17938 (and the original strain ATCC 55730) for treating acute gastroenteritis in children. Benef Microbes. 2014 Sep;5(3):285–93

  9. Szajewska H, Kołodziej M. Systematic review with meta-analysis: Lactobacillus rhamnosus GG in the prevention of antibiotic-associated diarrhoea in children and adults. Aliment Pharmacol Ther. 2015 Nov;42(10):1149–57.

  10. Szajewska H, Canani RB, Guarino A, Hojsak I, Indrio F, Kolacek S, et al. Probiotics for the Prevention of Antibiotic-Associated Diarrhea in Children. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2016 Mar;62(3):495–506.

  11. Szajewska H, Kołodziej M. Systematic review with meta-analysis: Saccharomyces boulardii in the prevention of antibiotic-associated diarrhoea. Aliment Pharmacol Ther. 2015 Oct;42(7):793–801.

  12. Saavedra JM, Bauman NA, Oung I, Perman JA, Yolken RH. Feeding of Bifidobacterium bifidum and Streptococcus thermophilus to infants in hospital for prevention of diarrhoea and shedding of rotavirus. Lancet Lond Engl. 1994 Oct 15;344(8929):1046–9.

  13. Horvath A, Dziechciarz P, Szajewska H. Meta-analysis: Lactobacillus rhamnosus GG for abdominal pain-related functional gastrointestinal disorders in childhood. Aliment Pharmacol Ther. 2011 Jun 1;33(12):1302–10.

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Fecha de revisión: 11 de octubre de 2023

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